Te escribo hoy porque me costó encontrar el momento antes. Me tomé esta semana en el laburo –compensada con otros días de trabajo extra…– para poder estar tranqui viajando y no estuve casi nada en la pc. Ahora estamos en Sri Lanka, que, al igual que India, tiene ocho horas y media de dif con Argentina. Me parece una falta de respeto la media hora demás. Junto con manejar a la izquierda, me parecen de las cosas más chotas de cagarse en un esfuerzo por mantener normativas internacionales. Pero siento que es más una herencia inglesa de su colonización que de ellos mismos. En fin. La parte buena: los gringos les dejaron una red de trenes diesel que sobrevivió sin un menemismo noventoso.
Voy a andar por la vereda de lo breve hoy. Prometo. Estuvimos en la capital, Colombo, y nos gustó bastante. Caótica. Muy. Pero no tanto como para que se sienta imposible. Mucho templo budista mezclado con ago de hinduismo y una mezquita muy hermosa. Hay presencia de cristianismo también, en la calle digo. Hay estatuas a la virgen y san josé, y a san antonio de padua, inexplicablemente. Después anduvimos por la selva, en Kandy. Tremendo lugar. Monos, murciélagos más grandes que los monos y un templo en derredor de la reliquia del diente de Siddhartha el Buda. Una locura. Acá sí, nos cansamos de ver templos. Es medio el centro del mundo para el budismo.
Por último estamos en la costa sur, en Welligama. Llueve, clima tropical que alterna entre la lluvia y la salida del sol. Mucho surfer y es la onda que en general parece tener el lugar. Te dejo algunas fotis, pocas para no extenderme tantisimo tampoco.
A nivel historia aprendimos que acá una intensa guerra civil que terminó en el 2009 y que fue de segregación interna. Intensa e interesante y oscura como la mierda. A veces pienso que en nuestro país supimos manejar las cosas bastante bien, horrores de por medio más vale.
Sigo atento a las noticias allá. No quiero profundizar porque la verdad me parece al pedo. No le veo ni pies ni cabeza al salame, y soy optimista en la resistencia del pueblo a medidas tan despóticas. Pero veremos. Veremos.
Ya se sienten más fuerte las ganas de estar de vuelta, no voy a mentirte. Ojalá se alineen algunas cosas y nos estemos viendo relativamente pronto.
En lo personal estoy dibujando mucho otra vez, me encapriché con probar arbolitos con troncos complejos –la verdad que el paisaje ayuda jaja– y con empezar a afilar la animación en 2D cuadro por cuadro. Estoy animando y dibujando de nuevo un rato todos los días. This is the way. Prometo mostrarte alguito el próximo newsletter de animación, pero por ahora te dejo unos árboles de los que no subí a IG.
Terminé por mutar mi firma a ref y me gusta mucho la idea. Creo que, como ha sucedido en otros momentos, el cambio de nombre implica una postura, un cierto cambio en la intención y en el espacio.
Música no puedo pasarte porque sinceramente no estoy escuchando. Logré de a poco mutar mi feed de youtube a cortos animados y a cosas divertidas y expulsar un poco el fárrago de noticias de ese espacio. Me está haciendo bien. Lo mismo con twitter, con instagram, etc. Sigo y sigo a ilustradorxs, animadorxs, etc. No sé. No es fingir demencia, pero sí enfocar el tiempo de ocio. Algo al menos que no se nos colonice tan intensamente como todo el resto del tiempo.
Al final, como siempre, me extiendo.
Te abrazo muy fuerte. Te quiero. Espero que estés terminando el año con la mejor de las energías, y si no es así, espero que sepas que vas a recuperarlas cuando el sol pegue un poco más oblicuo.
Seguimos.